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Entre witrales y lanas de colores encontramos a Matilde Painemil Millanao. La artesana textil de 71 años fue reconocida hace unas semanas con el Premio Artesana 2023 por el ministerio de Culturas, las Artes y el Patrimonio en el salón Montt-Varas del Palacio de La Moneda, con solo dos distinciones en Chile y hasta su casa-taller llegó el alcalde de Padre Las Casas, Mario González a felicitarla por este nuevo premio nacional.

“Es un reconocimiento a la cultura, ella es el ejemplo verdadero que Padre Las Casas es la capital intercultural de Chile, aquí está el acervo cultural, el conocimiento, la sabiduría, la artesanía, la excelencia de esas manos que crean arte y belleza y como municipalidad la destacamos porque ella es nuestra embajadora, la belleza de Padre Las Casas está en el mundo entero. Nos llena de orgullo, pone en relieve a la comuna con sus artesanos en textilería, madera, alfarería, piedra, plata, greda y cestería y en este taller se aprecia el don que tiene”, valora el alcalde.

Ella fue una de las 426 tejedoras del telar más grande Chile, el Ñgurrem de 1 Km, confeccionado en Puerto Saavedra en mayo de 2022; es una lamgen que irradia calidez en su mirada y en su conversación; es una mujer sencilla, madre de dos hijos y abuela de cuatro nietos, que inicia su día a las 6 de la mañana y en cada jornada está dedicada a sus creaciones textiles, desde los 10 años cuando miraba a su hermana Juana y de eso han pasado más 60.

La señora Matilde se toma con humildad este premio que atesora en su taller ubicado en la comunidad Mariano Lleubul, en el sector Tres Cerros de Padre Las Casas, donde guarda otras distinciones: en 2008, fue reconocida con el Sello de Excelencia a la Artesanía Indígena por su Pontro y en 2017 recibió el Sello Excelencia a la Artesanía Indígena con la pieza Ñimin Lana y un reconocimiento de Excelencia a la Artesanía del Cono Sur de la Unesco y hace unos días, recibió el premio Maestra Artesana 2023, que pone en valor el trabajo de artesanas y artesanos de excelencia, quienes, por su vida, trayectoria y el valor cultural de sus creaciones, constituyen parte fundamental de la identidad y patrimonio cultural del país.

“Estoy orgullosa de mi gente, del legado, el trabajo que hago por la comuna y la región, porque donde voy, represento a mi comuna; he recibido varios premios en estos años, tiempo donde nunca he dejado de tejer, Dios me ha dado salud y sabiduría, en mis primeros tejidos, veía los diseños en sueños y cuando no puedo trabajar, se me presentan los diseños que debo tejer en el telar”, comparte.

FERIAS

Cuenta que vivió 32 años en Villarrica participando de la Muestra Cultura Mapuche y luego se trasladó a Padre Las Casas. De ese tiempo recuerda su primera feria internacional en Córdova, en la que participó durante 18 años y donde obtuvo siempre el segundo premio, “el primero se lo llevaban los argentinos, que cuidan mucho sus tradiciones, luego fuimos a ferias a México un par de veces, Ecuador, Perú, España, Francia, donde me reencontraba con cultores que había conocido en Santiago y nos topábamos en otros países, nos juntábamos como si fuésemos una familia de artesanos, el mundo es muy chico”, exclama.

Recuerda que sus trabajos los exhibía en las vitrinas de las tiendas del Aeropuerto, que tras la pandemia fueron cerrados, pero como “siempre salgo a las ferias, vendo yo misma, voy juntando mis trabajos, sin trabajos no estoy, una manta puedo tejerla entre 20 días a un mes. Si voy a una feria y vendo 10 cosas, regreso y debo crear otras 10”, acota.

Mi legado está en mis nietas, que cuando eran chiquititas les gustaba hilar, pero ha cambiado con sus estudios, la mayor es ejecutiva de un banco y la otra es estudiante de Agronomía… y este trabajo es muy sacrificado, pero lo bueno es que además he enseñado a mucha gente y eso me llena de orgullo: gente de Santiago, Concepción, Temuco, Padre Las Casas, Teodoro Schmidt (donde enseñé en 10 localidades distintas) y con mis alumnos me he encontrado en ferias y tenemos un estilo similar de tejido, concluye.